lunes, 22 de septiembre de 2008

El marido de la Pochi.

Es que ya no se muere como antes, ahora la gente se va mas tristemente, casi como quedandose.
No se saben morir las personas de esta epoca, porque morirse enserio se morían antes; y te velaban en tu casa como debe ser.
Ahora te moris en una clinica ¿que gracia tiene eso? ¿Y los vecinos?. Nadie piensa ya en los vecinos... toda una vida , che, tomando mate con uno , contandote sus vidas y cuando te vas a morir ni se enteran . Es lo malo de la clínica, te saca protagonismo.
Es que el velatorio en una casa de esas funebre no es lo mismo, por mas adorno moderno que le pongan y flores y no se que piripipi, no es igual.
En la casa de uno, antes, le hacian un "señor velatorio", el muertito bien emplichado, con la mejor ropa y en su comedor donde lo vieron siempre los vecinos, los amigos y la familia.
A un vecino , el Ricardito, lo habían puesto a la cabecera de la mesa con cajon y todo, porque el siempre se sentaba ahí a leer el diario, tomar mate , bueno pasaba la mitad del día en la cabecera de la mesa. Decia que porque era italiano y era el jefe de familia , tenía demencia pobre ricardito porque el apeliido de el era Lopez.
Pero esas cosas son importantes el murio y fue velado ahí, en su lugar caracteristico.
En la casa se extiende mas la cuestion social, se toman unos cafecitos los visitantes, te lloran bien lloradito al muerto........ es otra cosa , ni comparación.
Yo antes a todos los velorios llevaba la pastafrola casera , tibiecita y todo, y entre mates, café, tortas y chusmerio me he pasado unas noches de película.
Hablando de comida, fue una sopresa cuando fallecio el gato Enrique, el esposo de la Teresa. El gato Enrique le decian en el barrio, por el gato Dumas, era cocinero el Enrique.
El hombre habia amasado unos ñoquis y se fue adormir la siesta, nunca mas se levanto , crepó en la cama.
El velorio se hizo en la casa de el , llena de flores, y la Teresa dijo; " en honor delEnrique esta noche hay ñoquis al pesto".
Eso en una casa mortuoria no lo podes hacer .Comer los noquis que amasó el finado mismo solo se puede hacer en la casa de uno. Que mano la del gato estaban exelentes.
La Teresa decia , "el nos debe estar viendo y debe estar feliz que lo recodemos con sus ñoquis", era toda emocion ella.
Lo bueno de este barrio es que tenemos lloronas muy dotadas, no te cortan el lagrimeo y hasta se turnan para acercace al cajón.Te dejan el finado bien lloradito como se debe; no es porque lo quieran ni nada parecido, pero son gente de buenas costumbres. Si van al velorio te lloran una horita, que es lo menos que se debe hacer.
En fín...ayer murio el marido de la Pochi.Yo me puse toda de negro y lista para llorarle un rato, y me vengo a enterar que no se hace en la casa el sepelio, sino en una sala del centro.
Ni ganas de ir me dan.
Es que la gente ya no se muere como antes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Execelente. Me encanto! La medida justa de morbo y comico!

mariano dijo...

Prometo portarme bien en el proximo velorio