Hace un tiempo, había en sus ojos de mujer algo de luz, tenían ese extraño resplandor lejano, profundo, como un atardecer tibio de verano.
Todos los días ella lo exploraba en detalle con paciencia y detenimiento, buscaba en el eso mísmo.
Así, como se busca una imágen esperada en un espejo, como se espera el reflejo fiel a la sensación guardada de la imágen de uno mísmo, que sin embargo, nunca es la que ven los otros, así buscaba en el.
Jamás halló esa visión , ni ese reflejo , ni un asomo, ni un atisbo de lo deseado y asumió que así debía ser.
Tomó lo real por lo sensato y de ese modo continuó viviendo .
Un día ella se fué.
Hoy ,después de tres años, cree que ese día fue un martes de junio pero no está segura y ya no le importa saber bien cuando sucedió.
No se despidió, no dejó una nota, solamente huyó sin dudarlo y con lo que cabía en su valija .
Núnca más se vieron.
Mañana por la mañana ella estará sentada en la plaza acomodando unos papeles en su cartera y el cruzará delante suyo.
No se verán, y como si vivieran en dos dimensiones distintas donde cada uno no percibe al otro, cada cual seguirá su camino.
Algunas veces cierta ignorancia es un alivio .
2 comentarios:
hola Mariano!!! te acabo de enlazar en mi blogspot.
besosss
glo
Hoal Glo gracias por la visita y el enlace un beso
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