Mirá quien vino.

Hacer tramites es engorroso no lo voy a descubrir yo.

Tengo sin embargo unas asombrosa habilidad para que me sucedan cosas extrañas en esos momentos poco gratos en que uno tiene que ir a un registro civil porque le metieron el documento en el lavarropas (un trauma de mi adolescencia es ese, ser un indocumentado por varios años.) o como por ejemplo me sucedió el otro día, tener que ir a una dependencia municipal por falta de habilitación de un comercio.

El tramite antedicho dura unas semanas. Después de que se introducen los primeros documentos para comenzar la habilitación, se debe esperar un timepo hasta que preparan una especie de expediente.

Uno debe apersonarse en la dependencia municipal; pedir el expediente y llevarlo locamente de un lado a otro de una misma oficina o de muchas oficinas en lugares diferentes de la ciudad

El calvario comenzó a las 8am y finalizó a las 14.25 del mismo día, harto ya estaba de ver gente extraña como la que atiende en las dependencias municipales de mi ciudad.

Pensé ,para matar el aburrimiento de una cola de las que hice, que ahí para contratar empleados hacían un casting para buscar gente que uno no vería jamás en ningún lugar.

Los rostros demacrados, las cara de poca o ninguna gentileza, voces casi guturales, los mostradores viejos y la luz de oficina pública van alterando el carácter del que tiene que realizar el trámite , la cosa es que en 2 horas ya le han quebrado la moral al administrado que se conduce como una res que va al matadero , ve colas de gente y le son indiferentes saca 2, 3, 4 , 8 números para esperar en distintos mostradores y ya no le importa , los tres primeros números los siente uno en el alma y mira el pinche a ver cuánto falta para que lo atiendan, los demás, del tercero en adelante ya no le importan, tiene uno el 75 y en el pinche del mostrador dice 250 y le es indiferente.

El recorrido no terminaba mas, era tedioso pero heroicamente, después de plantarme abandonar el tramite durante 4 veces en la mañana, llegué al último paso, al último empleado que debía ver, al último mostrador de mi horroroso día.

El hombre que me atendía lo hacía con la indiferencia propia de los empleados públicos, y de repente sucedió lo siguiente.

Suena un celular. Quien me atendía, mientras atiende el aparatito me mira como pidiéndome disculpas, mi cara era de un tedio indisimulable, el empleado grita

NO TE LO PUEDO CREER y se toma la cabeza con la otra mano, con la que no sujetaba el celular.

Me larga esta frase "viene Rugeri" yo lo miro y sale corriendo dejándome sentado y solo, ahora mirando una silla y una pared descascarada .

Se detiene una camioneta en la puerta de la dependencia y con un gorrito de vicera desciende Rugeri, el jugador de futbol, mi empleado modelo lo esperaba con los brazos abiertos para abrazarlo con pasión.

Se sacan una foto juntos, varios empleados mas van a ver y lo saludan desde lejos, se arremolina la gente en torno al futbolista, charlan y vuelve al escritorio después de un rato con cara de héroe.

-Mirá (me muestra la foto con Rugeri y hace una sonrisa de nene de 5 años cuando ve a piñón fijo)

-Estoy apurado sabes estoy acá desde las 8am

-Y…. bueno es un fenómeno Rugeri ¿lo viste?

-Si lo vi de lejos, a ver si terminamos esto que me tengo que ir

-Si perdón pero estoy emocionado

-¿Sos de san Lorenzo?

-Nooo de boca pero Rugeri es una institución ¿entendes?

-Bueno.....está bien haceme el papel así rajo

-Ok disculpa.

Coloca el papel en una impresora, le temblaban las manos, y salen todos los datos mal impresos, mientras esto pasaba sus compañeros venían a ver la foto con Ruggeri, que exhibía con orgullo desde la cámara digital. Cada compañero que venía era una pausa y el muestreo fotografico correspondiente.

Mi empleado de turno era el héroe de la dependencia y no dejaban de distraerlo de su trabajo.

Yo seguí sentado esperando sus pausas para contar su experiencia Rugeristica a sus colegas, que también lo cargaban y el dirigiéndose a mi me decía “Es por envidia porque yo tengo la foto con Rugeri y ellos no ¿entendes? Son envidiosos acá.

El papel se imprimió mal pero me lo entregó de todos modos sin revisarlo, me voy del escritorio y ahí distingo que están todos los datos mal, entonces vuelvo y me dice “Sí, salió mal ......es que con esto de rugeri....”

Lo hace de nuevo y vuelve a salir mal ahora me mira y me dice “Mira como estoy, quede desconcentrado viste”

La tercera fue la vencida, tome la impresión y hui despavorido de aquel lugar con mi papeleta que certificaba el fin del suplício, y mis obligaciones en orden con el fisco y la ley.

No todos los días un empleado de 60 que hay en una dependencia municipal recibe a Rugeri mientras lo atiende a uno , no todos los días los tramites salen bien , hay veces que dan ganas de de ser Nerón , hay veces que domamos los demonios internos para no ir presos .

Me fui resignado, porque sé que algún día he de volver y mi empleado modelo seguirá sentado ahí, esperando a la próxima estrella del fútbol.