Ir al médico nunca fue muy grato para mi.
No me gustan los médicos, son necesarios, me dice la gente que me quiere, para convencerme de ir de una vez y dejarme de mariconadas.
Es que no tuve muy buenas experiencias con los doctores, de chico nomás me ligue doble ración de vacunas. De todas las vacunas de la niñez.
Mi madre perdió la libreta sanitaria, esa donde a uno le anotaban las vacunas que le iban dando, entonces ante la duda de cual me habían aplicado y cual no , algún médico decidió ponerme todas de nuevo.
Lo único que recuerdo es que simepre que iba al INE ( Instituto Nacional de Epidemiología)pensaba yo, que hoy me toque la de la gotita, esa que va en la boca . Cualquier niño quiere evitar el pinchazo y la palmadita en el culo de una enfermera que ha perdido el corazon de tanto aplicar vacunas a chicos llorones y miedosos.
Debido al poco placer que me causa ir al medico , dejé de hacerlo por un tiempo prolongado , nada de revisaciones de rutina , solo iba cuando alguna dolencia era insoportable.
En una de esas veces ocurrió el hecho que quiero contar.
El dolor comenzó en el flanco derecho, una puntada persistente, sudor y dolor cada vez más pronunciado, tanto que ya no me dejaba estar de pie. Tuve que ir al medico no tenía alternativa.
Llegue a ese lugar poco agradable que son las salas de esperas de emergencias, todas la enfermedades humanas en un cuadrado de 5 por 5.
Las caras de la gente enferma , con dolores, que le hacen a uno pensar siempre que los otros están más jodidos que uno.
Después de un tiempo bastante prolongado llego mi turno, me recibió el doctor,hizo las preguntas de rutina y me miró serio, yo lo miré , consciente de que me quedaban dos o tres horas de vida.
-¿Qué tengo? (cara de desesperación)
-(Muy , pero muy serio, el gesto del galeno) Bueno....... (silencio prolongado. Son segundos, pero esos silencios terribles de segundos que parecen minutos) Puede ser obstrucción de la via biliar por litiasis,o......
- ¿O qué doctor?
-O una apendicitis.
-¿Eso no es grave no? (esa palabra la conocía , apendicitis, no moriré hoy me dije , pero el primer dignóstico me atemorizaba)
-Bueno...... grave, humm .( Detiene el discurso) Me mira fijo , serio y me dice, hay que espectarlo.
-¿Quién? (Ahí sí ;me ví muerto en una camilla después de la operación. Sentía el temblor por todo el cuerpo)
-Hay que espectarlo.¿Me entiende?
-¿Es grave?
-Quiero decir que hay que esperar , vaya a su casa si le sigue doliendo en unas horas vuelva y vemos.
Me envolvio un aire calido de tranquilidad , me distendí y aunque aún me dolía un poco, creo que me reí.
Saliendo del consultorio escuche los gritos, era una mujer con la mano ensangrentada, no paraba de gritar.
A su lado un tipo con el tobillo roto, ese ya no gritaba tenía descolocada la cara por el dolor.Miré hacia abajo y salí lo más rapido que pude a la calle.
Después de este episodio, tardé dos años antes de volver a ver un médico.
Ahora cuando me duele algo, lo especto solito en casa; hasta que no doy más y vuelvo a ver al Doctor terror.
4 comentarios:
Tuviste suerte que en la espectada no sufriste de perotinitis que es el apendice perforado, sino ibas a espectar toda la vida papa!!!!
Amo las guardias que te atienden con las mejores ganas y mas a los doctores terroooooorrrr que mientras mas gente atienden mas rapido pueden dormir la siesta!!!!
Me parece que este comentarista es médico.
No, no soy medico!!! Todo lo contrario, soy de esas que: cuando me duele algo, lo especto solita en casa; hasta que no doy más y vuelvo a ver al Doctor terror.
Te imaginaba con el estetoscopio en mano, esperando la hora de la siestita en una sala de guardia con olor a alcohol y pervinox.
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