domingo, 7 de septiembre de 2008

Las tardecitas de mar del plata tienen ese...que se yo

Veo una placa de Crónica tv que dice "Bajaron a hombre que se quería tirar de antena de 60metros" (sic)muestran al hombre arriba de la antena siendo socorrido.
Una señora dice en el cafe en el que estoy que ayer paso lo mismo, pero se quería tirar un tipo desde el techo de alguna municipalidad. No puedo soportar la tentación y largo una carcajada, nadie me mira, como si no no estuviera ahí sentado. Noto que paso totalmente desapercibido y lo escribo . Me siento como un fantasma viendo todo sin ser visto.
Es invierno, son las 17:49, yo en mar del plata y lejos del mar, en una esquina, en un café por el que siempre pase y al que nunca entre, es como del siglo pasado el lugar.
Pleno invierno y no hace frio, asi que la gente se queja; como cuando es invierno y hace frio. La gente casi siempre se queja.
Noto que acá todos se conocen, es como un club de conocidos este lugar , digo conocidos porque se conocen pero no parecen amigos, hay una distancia amable entre todos, pienso si todo esto merece ser escrito y tomo un trago del café que pedí hace un rato a un mozo con una expresión muy particular, un mozo que bien podría ser un funebrero.
Todos miran la tv , pero no dan nada mas que una publicidad eterna de venta de un auricular para que la gente que no tiene problemas auditivos escuche mas. Me parece bastante extraño pensar que mejor que subir el volumen del tele es subir el volumen del aparato que va en la oreja de un ser que escucha perfectamente bien.
Veo que el mozo/funebrero me mira con cara rara, cara de que haces aca escribiendo. Ante la insistente mirada decido pagar y me voy. Saliendo del café escucho desde el tv "no puede perderse esta fantastica oferta" me doy cuenta que toda mi vida ha consistido en perderme ofertas de todo tipo y especialmente las de ventas por tv.
Salgo al insólito y caluroso invierno , mietras cierro la puerta del cafe y me saco el abrigo que me había puesto, confirmando que hoy no lo voy a necesitar.
Levanto la vista y veo una parada de taxis y enfrente una estación de servicio, que tiene anexado un locutorio, como todos los negocios de mar del plata, vendan lo que vendan son locutorios, por ejemplo: heladería/ locutorio, kiosko /locutorio.Debe haber en esta extraña ciudad una farmacia locutorio, estoy seguro que si solo hay que buscarla.
La calle esta humeda hay mucha humedad y la brea de la calle brilla se ve casi azul. quiero ir a ver las vías a la estación de trenes como cuando era chico que íbamos a ver los trenes con el abuelo, son nada mas que 6 cuadras hasta allá. Ir a ver vías y trenes es una linda cosa para hacer en un día caluroso de invierno.
Camino a la estación me cruzo con un hombre.Baja estatura, pelo largo, ojos saliente, nariz aguileña. Me mira, a medida que nos acercamos me observa mas fijamente ,cuando estamos por cruzarnosme dice: - Hola como le va
-¿Lo conozco? le pregunto extrañado.
- ¿Sabe que yo podría ser usted? los ojos se le iluminan cuando me lo dice
-Y...si...podria, y yo podría ser ese tipo que va enfrente.
-Así es claro que podría veo que me comprende
-¿Y entonces? siento como me va subiendo calor por el cuerpo , me está haciendo enojar este tipo.
-EHH... mete la mano en el bolsillo, revuelve y saca un papel busca y busca , me mira como si fuera a acabarse el mundo y me dice ¿ me podría dar un cigarrillo? y se lo doy tambien fuego. Pita , me mira ,piensa, queda como mirando la nada y me dice, ahora sin mirarme - Un gusto adiós.
Me quedo parado mirándolo y pienso que me acabo de convidar un cigarrillo a mi mismo, finalmente el podía ser yo. No descarté que había algo mio en ese tipo, una gota del mar no es el mar, pero lo es a la vez.
Miro la calle y la cruza el tren. Saco un cigarrillo, me apoyo en la pared y lo miro pasar, miro a la gente que va en los vagones.
Mientras fumo el tren desaparece y cae la tarde en mar del plata.

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